AMISTAD    

AMISTAD: EL GRAN ESLABÓN DEL ODDFELISMO

En la formación de la I.O.O.F. fue sentada esta noble sentencia: “Visitar al enfermo, consolar al triste, enterrar al muerto y educar al huérfano”- La Triple Cadena- AMISTAD, AMOR Y VERDAD

Tener un amigo es uno de los más dulces regalos que la vida nos   puede traer. No importa cuán humilde haya sido el nacimiento o medio  ambiente de tu hermano, puede no tener una basta educación de las escuelas, pero el grande y puro corazón siempre saldrá a relucir en el buen amigo.

Cuan atractivo es el título de amigo. Hacer amigos no es difícil, la dificultad estriba en conservarlos. No hay una persona en el mundo que pueda desdeñar un ofrecimiento de amistad hecho por el más humilde de los seres humanos.

 

La amistad reconoce faltas, razona sus opiniones, no es dada a la  adulación, es severa en su expresión algunas veces, pero no malignamente agresiva, y cuando llegue la hora en que uno necesite una mano amiga o una prueba de afecto real, si la joya es genuina, resplandecerá todo lo más brillantemente en medio de los pobres alrededores. Toma un gran espíritu ser un amigo. Para ser un buen amigo debemos perdonar mucho, olvidar mucho, contenernos mucho; sí cuesta ser amigo, sin embargo, ha habido hombres que han dado sus fortunas y vidas por un amigo. La historia sagrada nos da un bello rasgo de los lazos de alianza entre David y Jonathan. Pensemos a menudo en estos caracteres, en nuestro trato con nuestros hermanos, todos necesitamos la mano amiga de un hermano y su palabra bondadosa. Recordemos que todas las riquezas del mundo no pueden comprar un verdadero amigo ni pagar por la pérdida de uno a quien el tiempo no podrá reemplazar. Permitamos que prevalezca un espíritu de hermosura, de justicia y de derecho. Permitámosle actuar en  nosotros en nuestros tratos con los demás; mejor sufrir el mal nosotros mismos que infringirlo en aquellos que nos exhortan a compartir sus cargas y responsabilidades. Entonces las sombras del descontento desaparecerán y un alentador rayo de paz y prosperidad sobre  nosotros iluminará nuestras cargas y alegrará nuestras vidas.

Todos los Odd Fellows deben ser buenos vecinos, hombres mejores, verdaderos amigos: podemos hacer esto y mucho más siendo verdaderos Odd Fellows.

Recordemos siempre estas reglas de acción: El mejor Predicador es el corazón, el Mejor Maestro es el Tiempo, el mejor libro es la Biblia y el Mejor Amigo es Dios.

Recordemos que “muchos son llamados, pero pocos escogidos”. ¿Estará usted, mi hermano, entre los Amigos Escogidos? La respuesta está en sus manos, practicando verdaderamente el Postulado de nuestro primer eslabón: La Amistad